Blogia
Adoptalia

El tiempo. Mi tiempo. Nuestro tiempo

La vida transcurre en el tiempo. En un espacio, y en el tiempo.

Este fin de semana he empleado mi tiempo en asistir a unas jornadas en las que, entre otras cosas, se ha hablado mucho de los niños, niños y niñas claro está.
De las necesidades del “animal humano” desde que empieza a existir, desde su concepción.
De la influencia que tiene en ese ser que se está conformando su gestación, la vivencia del embarazo por parte de la madre, las condiciones del parto, la lactancia, el desarrollo del primer año de vida, el contacto con la madre, el padre, el destete y su posterior escolarización.

Nuestra sociedad occidental y tecnológica presta cada vez menos atención a estos aspectos del desarrollo humano y se aleja cada vez más de los dictados de la madre naturaleza.

Desde mi perspectiva, la perspectiva de una madre que espera a una criatura que ha concebido, gestado y parido otra mujer, estas consideraciones abren un interrogante difícil de resolver. Un interrogante, porqué no decirlo, que me inquieta.

¿Por qué? porque es posible que sepa muy poco de la historia inicial de nuestro bebé.
¡Cuánto vamos a tener que tocarnos, mirarnos, abrazarnos, mimarnos, chuparnos, olernos!

Mi vida

De todas formas, después de este fin de semana, se me ocurre que la mujer que te ha concebido, te ha gestado en un vientre joven, caliente y fértil. Te ha parido lejos de un hospital, sin oxitocina, sin correas, sin epidural, atendida por una comadrona y sostenida por otras mujeres con experiencia. Seguramente te ha podido abrazar enseguida, después de nacer, sin que ningún médico te haya alejado de ella y te ha acunado en su seno ¡Ojalá haya podido darte de mamar! aunque haya sido poco tiempo, el que haya podido tenerte antes de confiarte, de entregarte a la vida para que otras personas te encuentren y te cuiden.

Eres fuerte y has tenido el alimento, el contacto, el amor y la energía necesarios para sobrevivir.

No me engaño, seguro que hay carencias. Horas de llanto sin atender, reclamos sin respuesta, hambre de abrazos, silencios de sumisión, cansancio de inactividad, miedos sin mitigar.

¡Tantas risas que aún no has estrenado!
tantos suelos por gatear,
tantas caricias pendientes,
tantos paisajes por ver,
tantos juegos esperándote,
tantos sabores por descubrir…

Para eso estamos nosotros, para asistir a todos tus estrenos, para cuidarte con esmero y dedicación, para acompañarte, protegerte, mimarte, crecer contigo, para respetar tu ritmo, para acoger tu rabia, tu miedo, para impulsar tu iniciativa, tu potencial… para amarte

Aquí tienes nuestra vida. Nuestro tiempo.Desde ahora hasta siempre.

3 comentarios

lur -

qué bonito,,,

Sophie -

Se me esta poniendo los pelos de punta. os admiro ya! un beso, voy a seguir letendo. que bonito

el del nom de gos -

Me conformaría con saber poner tan bien como tú los puntos de las íes...

Que gusto da leerte. Tanto como beber a sorbitos un malta escocés, escuchar a Coltrane, o saborear un helado de chocolate holandés.
...Y que fácil lo tengo.